La popular Mary Carmen regresó, con sus muñecos, a Cartagena, para la que no escatima elogios: “es un sitio privilegiado que no se valora”. Actualmente es, posiblemente, la única artista del mundo artístico de la ventriloquía en nuestro país, “el gremio soy yo”, dice quien lleva décadas en permanente actualización de todo lo que sucede en la sociedad para dar contenido a sus espectáculos, arrancando constantes sonrisas.

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María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa (Cuenca, 1943) ha estado este fin de semana en tierras cartageneras después de muchos años con motivo de su actuación en la noche del humor de las Fiestas de Los Urrutias. Con el nombre que hemos facilitado pocos sabrán a quien nos referimos, pero si soltamos lo de ‘Mary Carmen y sus muñecos’, sobran cualquier dato más, pues estamos hablando de un ‘equipo’ que ha llevado la risa, prácticamente, a todos los hogares españoles.

Mary Carmen es leyenda viva del mundo del espectáculo, pues acumula varias décadas de profesión en primera línea de ‘batalla’. En tierras cartageneras hacía mucho tiempo que no se la veía, “demasiado”, expresa en la entrevista concedida a este periódico, exponiendo como motivos “falta de contratos para trabajar”, pues en el resto del país sigue con una buena agenda, “de aquí me voy a Valencia, pero en Cartagena es cierto que no termino de arrancar”, recordando que tuvo una época dorada en los “años dorados de La Dama de Oro y La Carroza, en los que llenábamos”.

Por eso, quiere hacer público su más profundo agradecimiento al equipo de la asociación de vecinos de Los Urrutias, que encabeza Severo Sánchez, en esta presencia que ha llegado vía al agente de espectáculos cartagenero Salvador Puyol. 

Su regreso a estos lares le ha permitido vivir magníficas experiencias. “La Manga es de cine, con esa agua maravillosa, que no he visto ni en Las Bahamas. Cartagena es una zona privilegiada, es un paraíso que no se valora como debiera, es un sitio mágico por todo lo que tiene y sus buenas comunicaciones”, proclama, además de resaltar la gastronomía, “como la paella de verduras que he comido”, y su gente, “es maravillosa, tanto a las personas nuevas que he conocido como los que todavía me recordaban en el hotel Entremares”.

Doña Rogelia, Nicol, Daisy y Rodolfo son los muñecos que siempre la acompañan, en una familia estable, que no ha tenido nuevos personajes. “Lo más importante es estar actualizada de todo lo que sucede en la sociedad, pues somos crónica de la actualidad, hacemos periodismo que varía según el show y la época”, proclama, y bien pudo demostrar durante su actuación en Los Urrutias. Han pasado los años, pero al escucharla nadie lo diría.

“Mis muñecos tienen mi energía, pero no tienen que ver conmigo”, expone sobre su cautivador cuartero, “pero cada uno tiene su propia visión del asunto y no hay dos que coincidan en el mismo partido político”. Así, Doña Rogelia representa a la crítica abuela de pueblo, Rodolfo “ya salió del armario”, Nicol “es el macho chulo” y Daisy “es la puntillosa niña de la que algunos dicen que es la gemela de Karmele Marchante”. Así, “cada uno representa una parte de la sociedad”. 

Hace dos años se adentró en el mundo de las publicaciones con ‘La crisis en Orejilla del Sordete’, que escribió ‘con la ayuda’ de doña Rogelia. “Mi trabajo es efímero, pero un libro queda”, apunta, resaltando “unos dibujos extraordinarios que llevan y un contenido actualísimo cargado de humor”.

Mary Carmen también se la ha podido ver en los últimos meses en la televisión, con presencia en un capítulo de ‘Lo que se avecina’ y hace unos días en ‘Sopa de gansos’, y en el cine con ‘Torrente 5’, “ha sido de las experiencias más divertidas que he vivido”, expresa, elogiando a su director y amigo, Santiago Segura, “es todo un marciano”.

Ventrílocuo es una de las profesiones más admiradas por los ciudadanos, pero en España nos estamos quedando casi sin representantes. Le decimos a Mari Carmen qué le pasa al gremio, y entonces reparamos en que ella “es el gremio”. ¿Por qué?, “no lo sé”, apunta la artista, quien apunta lo complicado que resulta constantemente “mezclar actualidad, crítica social, teatro griego, periodismo, guiñol… No es fácil, nada fácil”.